Para ello, se apoyan en tres pilares fundamentales:
El desarrollo de productos más naturales, saludables y ecológicos, la protección del medio ambiente y el desarrollo económico, social y cultural del entorno.
“Respetamos siempre la naturaleza, y no utilizamos ninguna química como pesticida ni herbicida. Nos gusta la filosofía de hacer una viticultura tradicional, tal y cómo hacían las generaciones pasadas con respeto a la naturaleza y al entorno, siendo la prioridad la calidad. El objetivo es conseguir tener un suelo muy vivo y cuidar el medioambiente.”
Los viñedos se distribuyen en altitudes que van desde los 110 metros sobre el nivel del mar en las partes más bajas del término de El Molar, hasta los 565 metros en las partes más elevadas del mismo municipio.